Nosotros somos nuestro adversario más difícil
En la vida siempre que nos enfrentamos a un reto, ya sea un reto individual, profesional o deportivo, tenemos que conocer y contar con el adversario más duro que nos encontraremos en el camino, nosotros mismos.
Este adversario es mucho más duro, más complicado y más difícil de derrotar que cualquier otro con el que nos podamos cruzar porque conoce todas nuestras debilidades y creencias limitantes. Este adversario interno posee un ingente arsenal de armas y todas ellas son muy eficaces y capaces de vencernos, la duda, la distracción, el diálogo interno, por ejemplo, hacen que perdamos la concentración en los momentos clave, cuando más la necesitamos, logrando que no lleguemos a dar lo mejor de nosotros mismos.
Este poderoso adversario nos susurra al oído y podemos escucharle decir cosas como, mi oponente es muy bueno, no lo estoy haciendo bien, no puedo hacerlo … o todo lo contrario, como en otras ocasiones cuando nos dice, lo estoy haciendo muy bien así que puedo relajarme un momento, soy el mejor voy a triunfar … y esto posiblemente sea peor, ya que nos engaña, poniéndonos por encima de la realidad.
A principios de los 70 se publicó un libro que ha llegado a convertirse en un referente en el mundo del Coaching y fue el detonante para que el Coaching sea tal y como lo conocemos hoy en día.
El juego interior del tenis, escrito por Timothy Gallwey fue revolucionario en su enfoque del tenis ya que menciona por primera vez a este adversario que todos llevamos dentro. Posteriormente se aplicaría ese mismo enfoque a otros campos más alla del deporte, principalmente en las empresas.
En este libro, Gallwey habla sobre como el tenista se enfrenta a dos adversarios. Uno de ellos es el oponente exterior, el que está en la pista al otro lado de la red y cuyo objetivo es ganarnos empleando sus mejores habilidades de juego. El otro adversario, es el oponente interior, ese que todos llevamos dentro y que es mucho más duro, más complicado y más difícil de derrotar porque nos conoce perfectamente, conoce todas nuestras debilidades y todas nuestras creencias limitantes, nos conoce incluso mejor que nosotros mismos y es capaz de usar en nuestra contra creencias limitantes que ni siquiera sabíamos que las teníamos.
Este adversario interno es capaz de distraernos, de sabotearnos, de decirnos como tenemos que hacer las cosas en lugar de simplemente hacerlas. Este juego interior es el que se juega en la mente de cada jugador y cada persona, el juego contra nosotros mismos. En muchas ocasiones somo nosotros nuestro más difícil adversario. En realidad y por regla general no es el adversario externo el que nos derrota sino nuestras propias dudas, nuestro propio miedo, nuestra falta de concentración o nuestro exceso de confianza. Cuando el adversario interno nos dice que todo está bajo control, que la cosa está hecha, … es en ese momento cuando el adversario externo lo tiene más fácil para derrotarnos.
Este libro está basado en el tenis, pero por supuesto, sus principios pueden aplicarse a otros campos para ayudarnos a desarrollar las habilidades que nos sirvan para alcanzar el éxito en cualquier deporte o actividad.